LA HORA DE LOS BOSTEZOS
De: Con mis hijos |
Esta es una de esas penitencias para reírse y distensionar todo juego, fiesta o actividad recreativa que se ha puesto un poco seria.
Quien paga la penitencia debe empezar a bostezar, con los gestos que considere necesarios, y no detenerse hasta que al menos uno de los jugadores o participantes de la fiesta se contagien de tus bostezos y bostece.
Puede aprovechar para tomar una siesta mientras el juego o la fiesta avanza, si los bostezos llegan muy lejos y se queda dormido.
Los demás lo pueden molestar con comentarios graciosos para animarlo a irse a dormir.
Esta penitencia es apta para cualquier juego o fiesta, ya sea niños o de adultos.
Si es posible, el organizador de la fiesta puede buscarse una almohada, colchoneta o disponer de un sofá amplio, para acomodar el dormilón de turno.
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