Juegos recreativos que motivan la intriga y curiosidad en los jugadores

 

La intriga y la curiosidad, son aspectos de un juego que motivan un interés constante por parte de los jugadores. Los hace estar alertas, concentrados, atentos a lo que pasa en todo momento. Cualquier pista o acción que se pierdan puede afectar su éxito en el juego. Por eso deben estar concentrados en la trama y desenlace de las acciones. 

Los juegos recreativos que generan intriga y curiosidad, son aquellos donde se requiere descubrir objetos ocultos, descifrar enigmas, hallar pistas, encontrar algún tesoro escondido. En el caso de los juegos de mesa, podemos citar varios ejemplos, entre ellos "Clue" o Cluedo, "Adivina quién", "Código secreto", "Pistas", "Mysterium", por mencionar sólo algunos.

Pero vamos a los que nos compete. En esta entrada vamos a compartir algunos juegos recreativos que pueden tener ese componente de misterio, intriga y curiosidad, para jugar en la casa, con los amigos o la familia, o en la escuela, en campamentos y diversas actividades recreativas y celebraciones.

Juego de "Búsqueda del tesoro de la jungla":

Imagen de pixabay

Podemos esconder algún cofre con golosinas en algún lugar de la casa o espacio de juego y darle mapas a los jugadores, con indicaciones en jeroglíficos, para que ellos vayan buscando pistas y lleguen a la meta.

Se puede organizar este juego por equipos. A cada uno se le entregará una copia del mapa.  Los lugares de la casa donde tengan las pistas hasta llegar al final deben ser accesibles y fáciles de encontrar.

Variante del juego y mayor nivel de dificultad: 

Una manera de dinamizar este juego es elaborar una serie de pequeños retos, ubicados a lo largo del recorrido. Serán estaciones, donde les entregarán unos distintivos o monedas especiales, golosinas, etc.  Para pasar de una estación a otra, deben superar este reto y llegar al final para recibir el tesoro. Estos retos pueden ser: responder una pregunta de cultura general, armar un rompecabezas pequeño, ordenar unas fichas numeradas, realizar alguna prueba física, y muchos más así por el estilo.

Descubre quién habla: 

Elegimos, por turnos, a un jugador, para vendarle los ojos.  

El reto de este jugador es identificar por lo menos a tres de las personas que se acercan a decirle algo, pero lógicamente los jugadores cambiarán su voz para confundirlo. Las frases que le digan pueden ser chistes, frases graciosas, imitar a algún payaso, hablar con voz femenina en caso de de que sea un hombre, o masculina si es mujer. Cuando lo logre adivinar quién le habla, cambiamos de participante, vamos rotando.

Variante: 

Otra manera de jugar puede ser: le entregamos a cada uno una tarjeta con un número, el jugador que tenga los ojos vendados llama a uno de ellos diciendo ese número y cuando se acerca le hace algunas preguntas, que el otro debe responder cambiando la voz, hasta que adivine quién es. Cuando lo logre, cambiamos de adivino. 

Descubrir las imágenes secretas:

El animador del juego lleva unas imágenes o fotos y se las describe detalladamente al grupo. Pero no se las muestra. 

Luego de conocer la descripción de los elementos de cada imagen secreta, cada jugador, en una hoja, debe recordar y escribir una lista de los elementos que tenían las imágenes, según lo que escuchó.
Por ejemplo, si organizador o animador del juego describe un paisaje, en ella podrá mencionar elementos como animales, casas, un árbol, un jardín, montañas, ríos, etc.
Al final, se comparan las respuestas y se otorga algún premio al que lo hizo mejor.

Adivinar el objeto por su sonido:

Uno de los jugadores se venda los ojos. Los demás buscan un objeto (o dos) que produzca algún ruido característico. Luego, por turnos, van haciendo sonar sus objetos. Y el jugador que tiene los ojos vendados debe adivinar de qué objeto se trata. 

Por ejemplo, golpear dos tapas de ollas entre sí, romper un pedazo de papel periódico, rozar un objeto metálico con otro, etc.

Pueden pedir ayuda de algún adulto, para que haga ruidos con herramientas, como un martillo, un serrucho, etc. Así los niños pueden afinar su oído y conocer este tipo de objetos de trabajo.

Es importante que los participantes busquen objetos de sonidos extraños, que sean creativos para que no se adivine de una vez el objeto. 

Este es un reto o juego implica y requiere atención, discriminación auditiva y mucha concentración.

Encontrar la llave del cofre:

Se trata de mostrar  a los jugadores varias llaves y un cofre cerrado. Dentro de éste hay un obsequio. Cada jugador elige una de las llaves y tratan de abrir la cerradura, quien logre hacerlo, se gana el obsequio guardado en la caja.

Si adivina, se lo gana:

Imagen tomada de Pixabay

Metemos en un cofre mediano o en una caja, algún objeto para regalar, pero que no se quiebre con facilidad. La idea es que los jugadores, por turnos, toman el cofre, lo sacuden un poco para escuchar cómo suena, lo tanteen para estimar el peso, luego tratan de adivinar qué hay allí adentro.

Luego de que todos han hablado, se abre el cofre para ver cuál era el tesoro escondido y si alguien adivina, se lo lleva. 

Encontrar objetos perdidos en la oscuridad:

Antes de iniciar el juego, el organizador esconde una serie de objetos pequeños o medianos, en diversos lugares, ya sea debajo  de una mesa, de las plantas, detrás de una cortina, tapados con cojines, en fin.
Los jugadores deberán buscarlos sólo tanteando a ciegas. Se da un premio a quien más encuentre. 

Los regalos misteriosos:

Se envuelve diversos objetos para ser regalados en cajitas pequeñas. los jugadores pueden tratar de adivinar qué se esconde y si adivinan, se los ganan.

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Imagen de cabecera, tomada de Pixabay