Juegos con cofres o baúles
Un baúl o cofre puede ser de mucha utilidad al organizar muchísimos juegos y actividades recreativas. Nos pueden servir como elemento auxiliar para guardar otros materiales que vamos a usar, o ser un elemento central y protagonista de nuestros juego. Veamos algunas propuestas:
1. El cofre maldito:
Este juego se trata de lo siguiente:
Hay un cofre lleno de papeles con retos o penitencias. Al principio un jugador es el propietario.
Debe tratar de entregárselo a otro jugador que él seleccione y luego de cierta cantidad de turnos que se digan en una carta, el último jugador que sea el dueño el cofre, lo destapa, saca una tarjeta con una penitencia escrita en él o un reto de mucho humor y lo realiza.
Desarrollo del juego:
Se explica al grupo que hay una maldición en el cofre y quien sea el último propietario, la sufrirá.
Para pasar a otro el cofre, el jugador que lo tiene se inventa una manera de entregárselo, bien rebuscada y con una historia mágica.
Por ejemplo, le dice al otro:
- Usted debe quedarse con este cofre, porque usted: tiene zapatos rojos del ogro, o porque tiene la pulsera del destino, tienen una cicatriz de la profecía, etc.
La persona lo recibe y tiene un minuto para entregarlo a otro jugador.
Se da una vuelta por el salón observando alguna característica o vestido especial o llamativo de los otros y se le acerca diciendo:
- Usted debe quedarse con el cofre porque... y así sucesivamente.
Si deja pasar un minuto y no encuentra a quien entregar el cofre, lo abre y realiza la penitencia o reto que aparezca en un papelito.
Defensa y Réplica: el jugador a quien le digan que debe recibir el cofre, puede replicar y defenderse, negándose a recibirlo.
Por ejemplo: si le dicen que es porque tiene un zapato rojo, puede decir, debe ser aquel otro jugador, porque también tiene zapatos rojos y son más brillantes que éstos, con seguridad sea a quien buscas.
Como ven, en este juego se requiere mucha astucia, creatividad, facilidad de expresión. Sugerido sobre todo para juegos y fiestas de adultos o jóvenes.
2. Juego de "Búsqueda del tesoro de la jungla":
Podemos esconder algún cofre con golosinas en algún lugar de la casa o espacio de juego y darle mapas a los jugadores, con indicaciones en jeroglíficos, para que ellos vayan buscando pistas y lleguen a la meta.
Se puede organizar este juego por equipos. A cada uno se le entregará una copia del mapa. Los lugares de la casa donde tengan las pistas hasta llegar al final deben ser accesibles y fáciles de encontrar.
Variante del juego y mayor nivel de dificultad:
Una manera de dinamizar este juego es elaborar una serie de pequeños retos, ubicados a lo largo del recorrido. Serán estaciones, donde les entregarán unos distintivos o monedas especiales, golosinas, etc.. Para pasar de un sitio a otro, deben superar este reto y llegar al final para recibir el tesoro.
3. El Parque de los números:
Juego didáctico para trabajar el reconocimiento de números y cantidades. También para estimular la concentración, la atención visual.
Objetivo: Encontrar en un parque (o jardín grande) las cantidades que aparecen escritas en unas tarjetas.
Materiales necesarios: Fichas o tarjetas elaboradas con cartón reciclado o cartulina, para anotar números o cantidades; un baúl para guardarlas, diversos objetos pequeños, como canicas, monedas, piedras.
Anotamos en cada tarjeta un número. Los participantes sacan la tarjeta y salen a buscar la cantidad de objetos de ese número. Pueden ser del 2 al 10. La cantidad de tarjetas dependerá del número de jugadores. Pueden buscar hojas secas, piedras, palitos, semillas, canicas, etc.
Quien primero vuelva al punto de partida con la cantidad requerida, se gana un premio, que puede ser una golosina.
4. Encontrar la llave del cofre:
Se trata de mostrar a los jugadores varias llaves y un cofre cerrado. Dentro de éste hay un obsequio. Cada jugador elige una de las llaves y tratan de abrir la cerradura, quien logre hacerlo, se gana el obsequio guardado en la caja.
5. Si adivina, se lo gana:
Metemos en un cofre mediano algún objeto para regalar, pero que no se quiebre con facilidad. La idea es que los jugadores, por turnos, toman el cofre, lo sacuden un poco para escuchar cómo suena, lo tanteen para estimar el peso, luego tratan de adivinar qué hay allí adentro.Luego de que todos han hablado, se abre el cofre para ver cuál era el tesoro escondido y si alguien adivina, se lo lleva
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Este blog es editado por: Jhon Jairo Gil Barrientos
Ideáctica: Comunicación, educación y juegos para el desarrollo humano
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